
Un último retrato
Guayaquil City, Ecuador El avión había aterrizado hace poco más de una hora; recogí mi morral viejo y descolorido y me fui a comprar un café. -Ni siquiera está la mierda de Starbucks -dije- Caí en un café cuyo nombre no recuerdo, me pedí un expreso doble y me di cuenta de que éste también cumplía con la experiencia global de Starbucks. Mi nombre estaba mal “escribido”, el vaso no lo podías tomar de lo caliente que estaba, y el café quemado. No me importó todo eso y me lo tomé